Busco opiniones de socialistas sobre la situación aparentemente insostenible a la que han llegado Pedro Sánchez y su Gobierno. Lo de los WhatsApp con Ábalos es importante, pero que la Audiencia Provincial de Madrid dictara un auto en el que, pese a dejar fuera de la causa las diligencias sobre el rescate de Air Europa, rechazara el recurso de la amada del presidente señalando que Begoña Gómez se podría haber beneficiado “de su proximidad al presidente de Gobierno, como su esposa, para vender supuestos favores u ofrecer supuestas influencias, siempre, eso sí, a cambio de contraprestaciones de la más diversa índole encaminadas a proyectar su carrera profesional en la búsqueda de una posición privilegiada en la captación de fondos” es insuperable.
Diálogo con veterano dirigente, con muchos trienios de socialismo militante y dirigente honrados. Prefiere no salir a campo abierto con su nombre, porque, aunque ahora no depende del partido para vivir, su actividad en el sector privado puede verse afectada por las represalias.
“El partido no existe, Sánchez lo ha convertido en una secta en la que nadie mueve un dedo en defensa de los principios”
- ¿Crees que Sánchez va a disolver las cámaras y convocar elecciones tras los WhatsApp y lo de Begoña?
- Los whats no han hecho más que evidenciar lo que ya sabíamos sobre cómo es Sánchez. Lo de Begoña Gómez es demoledor para él, pero al tratarse de un tipo sin moral y sin límites, sin más afán que el poder, creo que es evidente que va a terminar la legislatura al coste que sea para España.
- ¿Y el partido, nadie va a hacer nada?
- El partido no existe, Sánchez lo ha convertido en una secta en la que nadie mueve un dedo en defensa de los principios que siempre hemos defendido. Nadie va a abrir la boca. Porque saben que no tienen nada que hacer y porque le temen, porque es rencoroso.
- ¿Crees que Begoña terminará en el banquillo?
- Me parece que a estas alturas es evidente e inevitable que sí. La pregunta en este momento es si él va a lograr evitar sentarse también en el banquillo.
- ¿En el partido se sabían las cosas de Begoña Gómez?
- Lo que se sabía en el partido es de dónde viene Begoña Gómez, en qué mundo se ha criado. Su padre, Sabiniano, con el negocio de las saunas gay, y su tío Francisco sancionado por lucrarse de prostitutas sin papeles que trabajaban en un puticlub de su propiedad.
- Bueno, pero ninguno somos responsables de lo que hagan nuestros tíos, nuestros padres o nuestros hijos.
- Así es, pero si uno se ha criado y ha trabajado en el mundo de la prostitución, que todos sabemos cómo funciona, sea gay o heterosexual, si uno ha trabajado en ese mundo como trabajó ella llevando el negocio paterno, parece evidente que principios éticos no tiene muchos. Sánchez conocía los negocios de su familia política y la participación en ellos de su mujer. No es lo más recomendable para la mujer de un presidente de Gobierno. Y de los bisnes de Begoña Gómez con la cátedra y el rescate de Air Europa, si no se enteró, mal, además de increíble, y si se enteró, peor, delictivo.
- ¿No hay nadie en el PSOE que defienda el código ético del partido?
- Hay muchos que lo defienden y en privado critican al jefe, pero la organización ha sido anestesiada por Sánchez, nadie va a mover un dedo, porque muchos viven gracias a estar ahí, y si abren la boca Sánchez, que no hace prisioneros, les liquida y les revienta la vida.
- ¿Lo de Ábalos era conocido en el partido?
- Grosso modo sí. Podían no conocer detalles, pero su estilo de vida era plenamente conocido. Pero como era la mano derecha del jefe nadie abría la boca. Más de uno le llamaba “Torrente”. Y no porque, cosas de la vida, hubiera nacido en la localidad valenciana de Torrente, sino por su vida disparatada y su aspecto. Y lo de “las sobrinas” era muy evidente, no ha podido sorprender a nadie.
- ¿Crees que cuando haya elecciones será de nuevo cabeza de lista del PSOE Sánchez?
- Si él lo desea lo será. No tengo información, pero por lo que le conozco no lo descarto. Como no descarto que si lo es vuelva a poder formar Gobierno. Con él no seriamos la lista más votada, pero creo que tenemos un suelo de votos garantizado y como él no tiene límites de ningún tipo, volvería a formar Gobierno con quien fuera necesario a cambio de lo que le pidan. Para mí lo peor de Sánchez es el daño que está haciendo a las instituciones. Para él no hay diferencia entre el partido, el Gobierno y el Estado. Todo lo controla él y le resbala el prestigio de las instituciones, solo le importa mantenerse al mando.
- ¿Y cómo ves a la oposición?
- Creo que con Feijoo lo van a tener imposible para una mayoría absoluta, y sin ella el PP no va a gobernar. No sé que saldrá del Congreso que van a hacer, y no sé que intenciones tiene Isabel Díaz Ayuso, que quizá es la única con la que el PP podría aspirar a una mayoría absoluta, aunque Ayuso fuera de Madrid no es lo mismo que en Madrid. Al PP le escucho mucho que se vaya Sánchez, pero le escucho poco de qué es lo que piensan hacer ellos. Y solo con el “váyase señor Sánchez”, o sea, lo mismo que el “váyase señor González” de Aznar, Feijoo no será presidente.
“Ábalos se ve caminito de Jerez y si va preso no irá solo. Lo tiene todo escrito y piensa publicarlo”
Otro histórico del PSOE me dice que esté atento a Ábalos, porque “se ve caminito de Jerez, y le conozco lo suficiente para saber que si termina preso no irá solo. Me dicen que tiene escrito todo, y que no descarta ofrecerle el libro a alguna editorial, y se lo quitarían de las manos porque sería una bomba”.
Y me advierte también de Koldo y Santos Cerdán. “Todos los del Peugeot manejan muchísima información, y si quisieran con ella podrían tumbar a Sánchez, pero por ahora van a aguantar mientras el les siga dando lo que les da, que no es poco.”
Yo me quedo con esta frase: “No podemos normalizar la corrupción en nuestras vidas y en las instituciones. La corrupción no puede ser algo inevitable. La decencia, nuestro principal patrimonio político, debe ser algo esencial, no anecdótico. Necesitamos instituciones fuertes y creíbles, una democracia de garantías y derechos, unos gobernantes decentes”. Asó lo dijo José Luis Ábalos en la moción de censura contra Mariano Rajoy que terminó con Sánchez de presidente y Ábalos de ministro fuerte y mano derecha del jefe.