La autodenominada “Flotilla de la libertad” que puso rumbo a Gaza desde Barcelona para llevar ayuda humanitaria a la franja llevaba a 65 activistas españoles. Desde Ada Colau, la ex alcaldesa de Barcelona a la verdadera protagonista, la “influencer” Ana Alcalde, hoy Hanna Alcalde, a la que la peña ha apodado “Barbie Gaza”. Pero también había etarras en la flotilla. Itziar Moreno Martínez y José Javier Oses Carrasco, ambos condenados hace años por pertenecer a la organización terrorista ETA. Y por supuesto la activista sueca Greta Thunberg, que igual se manifiesta a braga quitada contra el cambio climático que se suma a una flotilla de cincuenta barcos quemando combustible entre batucadas y conexiones a Instagram, con kufiya o sin kufiya.
Ana Alcalde es una granadina que se casó con un policía de Ceuta, musulmán, y se convirtió al Islam y desde entonces se hace llamar Hanna. Tiene seis hijos, es trabajadora social y activista en asuntos de igualdad y defensa de la causa palestina. En sus redes sociales, además, en uso de su derecho, relata su vida familiar y hace publicidad de su marca de ropa, Kader.
En las embarcaciones no encontraron ayuda humanitaria, solo restos de comida y bebida consumidas por los navegantes
La flotilla planificó su llegada para el Yon Kipur, la gran fiesta judía, pero no por ello se libraron de que el ejército israelí les interceptara y detuviera a todos los que encontraron en los barcos de la flotilla. Dentro del barco los soldados israelíes, en su mayoría mujeres, no encontraron ayuda humanitaria, solo restos de comida y bebida consumidas por los navegantes durante su travesía.
Esta es una información publicada en varios medios, cuya fuente es el ejército israelí, y su veracidad no ha sido contrastada. Como la inmensa mayoría de la información que sale de Gaza, que está controlada y manejada por los terroristas de Hamás y tampoco se puede comprobar.
Hanna Alcalde en cada video propagandístico, siempre llevaba en la pechera su dirección de Instagram
El viaje de la flotilla, a la vista está, ha servido esencialmente para la propaganda de la extrema izquierda y para que la señora Ana, o Hanna Alcalde consiga miles de seguidores en sus redes sociales. Me dicen que sus videos con Kufiya palestina han sido mucho más vistos que esos otros en los que se la ve con su melena rubia al viento. En la pechera siempre llevaba bien a la vista su dirección de Instagram, para que nadie se perdiera.
El Gobierno de Pedro Sánchez, con el entusiasta apoyo de sus socios comunistas y de extrema derecha, envió al Buque de Acción Marítima (BAM) Furor P-46 desde Cartagena para proteger a la flotilla. El Gobierno aún no ha anunciado cuánto dinero nos ha costado a los españoles el envío de ese buque de la Armada.
Ha habido muchos conflictos. Varios musulmanes se bajaron por la presencia de homosexuales en la flotilla. Ellos los cuelgan de grúas
Durante la travesía hemos podido saber que, además de cantar y bailar batucadas, ha habido enormes conflictos entre el personal navegante. Varios musulmanes se bajaron porque algunos “influencers” comenzaron a mezclar la agenda LGTBI+ con la causa palestina. Y ya se sabe que esa gente a los homosexuales los cuelgan con grúas y a las mujeres les gusta apalearlas.
Uno de los coordinadores de la flotilla, Khaled Boujemâa, se bajó del barco y denunció haber sido engañado sobre la identidad de algunos de los navegantes, como por ejemplo el “influencer” queer Saif Ayadi. Y la activista Mariem Meftah y el comunicador Samir Elwafi dijeron que la homosexualidad es un asunto privado y que convertirla en una bandera de la flotilla era incompatible con las creencias islámicas. A este coordinador de la flotilla le incomodan los homosexuales pero no los terroristas, con ellos parece que está en su salsa.
El activista Ayadi dijo que “no hay liberación queer sin la liberación de palestina”. Me parto. Si llega a Gaza no dura un minuto vivo
Ayadi envió desde la flotilla un mensaje asegurando que “como personas queer decimos claramente que no hay liberación queer sin la liberación palestina. Nuestras luchas están interconectadas. Somos queer, apoyamos la causa, sin importar quien esté de acuerdo o no”.
Menos mal para Ayadi que la flotilla no llegó a Gaza porque si le pillan los de Hamás no dura un minuto vivo, le cuelgan según desembarque.
Italia le ofreció a la flotilla llevar a Gaza la ayuda humanitaria que portaran por cauces seguros, lejos de Hamás. Israel también ofreció un compromiso de transportar y entregar la ayuda humanitaria a Gaza. Los capos de la flotilla no aceptaron esos ofrecimientos. Según Israel, al interceptar las embarcaciones entendieron por qué: “Porque no había tal ayuda humanitaria. Era toda una campaña de propaganda organizada y financiada en parte por Hamás”.
Sánchez: “No he dormido”. No se sabe si por la flotilla o por el horizonte penal de su familia más próxima
Pedro Sánchez, el que el día de la Dana de Valencia dijo “son las 5 y no he comido” y “yo estoy bien”, nos contó tras pasar la primera noche de navegación de esta flotilla que “no he dormido”. Lo que no aclaró el presidente del Gobierno es si el motivo de su desvelo era el genocidio en Gaza, las truculencias que sucedían en la flotilla o el horizonte penal de su amada, su hermano, su fiscal general y sus dos ex secretarios de organización.
Y, por supuesto, los socios comunistas de Sánchez han dicho que no es aceptable el plan de paz que ha presentado el presidente de los EE.UU. Donald Trump, que ha sido aceptado hasta por los países árabes, incluso Qatar.
Hanna Alcalde dice que una de las secuestradas por Hamas “se sintió fea porque no la violaron”. ¿Se puede ser más canalla?
Y de los de la flotilla no se me olvidará una intervención de Ana, o Hanna Alcalde, en Cuatro, que en un debate con el periodista Antonio Naranjo, al que llamó por supuesto varias veces fascista, que con su kufiya bien puesta tuvo los ovarios de decir que en el pogromo del 7 de octubre perpetrado por más de mil terroristas de Hamás no hubo violaciones, y que incluso una de las mujeres secuestradas dijo que “se sintió fea porque no la violaron”.
¿Se puede ser más canalla que esta tipa? En ese pogromo lo terroristas de Hamas no solo violaron, sino que a muchas de las mujeres previamente les quebraron las piernas para que no patalearan, asesinaron a madres delante de sus hijos, a bebés delante de sus madres, subieron a las redes decenas de videos riéndose de todas sus víctimas y se llevaron 250 rehenes. Aún quedan 59 de ellos en poder de Hamás, 35 de los cuales han sido asesinados y de los que quedan 24 vivos. Israel exige la entrega, vivos o muertos, de todos ellos como paso previo a cualquier acuerdo de paz.
Ahora Hamás y quienes les apoyan, entre ellos los socios de Sánchez, dicen que la culpa del pogromo fue de Israel que no lo evitó para poder justificar de ese modo la destrucción salvaje que está haciendo Netanyahu en Gaza cometiendo horribles crímenes de guerra.
Dos etarras no pueden abanderar una causa por justa que sea. Hamás, como la ETA, no se anda con bromas. En Gaza no están para batucadas ni con kuyifa
La flotilla no llevaba ayuda humanitaria pero logró centrar el interés de los medios de comunicación. La extrema izquierda está utilizando el sufrimiento de los palestinos que padecen los ataques de Netanyahu y los horrores que les suministra Hamás, buscando beneficio político, y en el caso de España tratando de evitar que se hable de la insoportable corrupción que rodea al presidente del Gobierno que ellos apoyan.
Con dos etarras no se va a defender a nadie. Ni a los palestinos ni a los judíos. Dos condenados por pertenecer a ETA no pueden abanderar una causa por justa que sea. A esta flotilla solo le ha faltado que Mediaset retransmitiera en directo sus movidas, con Jorge Javier de maestro de ceremonias. Pero claro, es que si Jorge Javier llega a Gaza le ahorcan antes que a Saif Ayadi. Hamás, como la ETA, no se anda con bromas. En Gaza no están para batucadas ni con kuyifa.