Netflix ha estrenado “Chambre 2806: l’affaire DSK” (Habitación 2806: el escándalo DSK) que les recomiendo vivamente. Los hechos sucedieron hace ya años. El caso y lo que envuelve tiene actualidad, nos acerca a otro caso que tenemos aquí. Caso que afecta a un destacado diputado socialista que disfruta de la protección cómplice de los suyos, como DSK la tuvo en su momento.
Dominique Strauss-Kahn (DSK) fue el más destacado e influyente dirigente del Partido Socialista francés durante diez años, hasta que un repulsivo caso de abusos, violencia y comercio sexuales propició su caída. Estuvo cerca de ser presidente de la República y llegó a presidir el Fondo Monetario Internacional (FMI).
DSK: abusos, violencia y comercio sexuales
La serie documental producida por Capa y dirigida con enorme destreza narrativa por Jalil Lespert, arranca por el escándalo de Nueva York iniciado tras la denuncia de Nafissatou Diallo, una camarera del hotel Sofitel de la Gran Manzana, a la que DSK intentó forzar sexualmente con humillación en la suite presidencial.
Los más destacados integrantes del socialismo caviar francés aparecen en la serie disculpando sin cortarse un pelo del comportamiento violento, agresivo y delictivo contra mujeres indefensas de su colega llamado a liderar Francia y el socialismo europeo. Jack Lang, ex ministro de Cultura, autor de una prolífica obra literaria, comenta el asunto mirando a cámara, casi descojonado, asegurando que DSK era un ser humano con sus debilidades como cualquiera pero no más, “era un libertino”, dice entre risas.
Lang le regaló dedicado a DSK su libro “Demain, les femmes” (Mañana, las mujeres). También asoma por la serie Laurent Fabius, ex ministro de Finanzas. Viene a decir tres cuartos de lo mismo pero serio. Incluso una ex ministra de Justicia llega a decir que el comportamiento de DSK era muy habitual entre el personal masculino del Partido Socialista francés, con un par. La investigación policial y judicial, como sucede en estos casos, fue muy favorable al acusado, al que sus colegas de la izquierda caviar presentaban sin inmutarse como un tipo seductor, guapo y con éxito entre las mujeres.
Pero tras el escándalo del Sofitel en Francia se demostró que DSK practicaba el comercio prostibulario en el hotel Carlton de Lille. Ciudad en la que la alcaldesa era la socialista Martine Aubry, ex secretaria del PS, hija de Jacques Delors. Otro pope del socialismo francés que miró para otro lado. No quiso enterarse de lo que todo el mundo sabía en la ciudad: su compañero de partido y amigo personal imponía un trato humillante y vejatorio a las prostitutas, que pagaba un empresario progre vinculado al PSF y de las que disfrutaba DSK maltratándolas en su desenfrenada actividad sexual delictiva. ¿Les suena la cosa verdad? Sobre todo a los lectores de San Sebastián, supongo.
La serie refleja también la historia de Tristane Banon, joven periodista parisina que fue violada por DSK. Años antes mantuvo una relación con la madre de la periodista. Una tecnócrata socialista de provincias que también pasó por alto el asunto hasta que su hija decidió denunciarlo tras saltar el escandalo Sofitel.
Un caso similar: Kote Cabezudo y Odón Elorza
Entre tanto… ¿Les suena? Los prestigiosos periodistas próximos al socialismo caviar hacían reportajes para limpiar los rastros y la imagen de DSK. O le llevaban a sus platós de televisión a entrevistarle con rodilleras. Incluso se afanaron en tratar de convencer al personal de que el caso Sofitel fue organizado por Nicolás Sarkozy para evitar que pudiera arrebatarle la presidencia. Otra música que suena parecida aquí. En estos lares es simplemente que detrás de quienes denunciamos, o sea, las víctimas de las violaciones, su abogado defensor, un servidor y este medio en solitario, está la extrema derecha fascista, y por supuesto, dinero. En este caso Anne Sinclair, periodista y casada con DSK pagó una pasta para desacreditar el testimonio de Nafissatou Diallo.
Una historia sórdida sí. Casi una metáfora de los días y las noches de poca alma que vivimos aquí con Odón Elorza y el caso Kote Cabezudo, tan similar en muchas cosas. Bien defendido por la izquierda caviar como lo fue DSK, bien amparado por la fiscalía, como DSK. Elorza le gana a DSK porque entre su coro de defensores cómplices, por activa y por pasiva, tiene incluso a un pianista venido de lejos que le baila el agua al presidente del Gobierno y a todo lo que le rodea. Un tal James, a quien le encargaré la banda sonora del próximo documental sobre el caso Kote Cabezudo. Un documental que terminará saliendo antes de que se emita el primero, que aún sigue en un cajón de Mediaset. ¡¡¡¡ Mamma mia !!!!
Pues eso, “Habitación 2806: el escándalo DSK”, tan lejos y tan cerca. Lo tienen en Netflix. Igual se lo compra La Sexta y Ferreras se lleva al plató a DSK. Por terminar este drama con sentido del humor, claro.
Cuantas similitudes entre ambos vomitivos casos, del «partido obrero…» Pero más pena da la poca repercusión de todo esto, parece y es, que no importa lo que hagas si no quién lo hace.
Gran artículo Melchor y gran periódico.