La amada del presidente del Gobierno se ha marcado un vacile ante los jueces, y por lo tanto ante la opinión pública, respondiendo a sus requerimientos financieros con los certificados de 11 cuentas corrientes con un total de 40 euros. Doña frundaising ha sobrepasado todos los límites del sentido del humor y de la decencia y nos ha tomado a todos, también a los jueces, por gilipollas. No creo que le vaya a beneficiar en nada.
Begoña y Sánchez siguen haciendo y deshaciendo
He hablado con cinco amigos a los que les va bien en lo suyo. Lo cual siempre me alegra, y manejan pasta ganada decentemente. Ninguno de ellos tiene 11 cuentas corrientes, y se han ganado cifras con unos cuantos ceros. Los cinco coinciden: “Es insólito, y supongo que rastrearan bien el histórico de cada una de esas cuentas”.
El matrimonio Sánchez se acerca con firmeza al banquillo y van a quedar pocos que hayan frecuentado a la pareja que no sean citados por un juez. Pero a ellos se la bufa, y siguen haciendo y deshaciendo y ya veremos como terminan en esta película tan real en la que ellos siguen manejando al pueblo al que le han inventado un enemigo concreto. Sí, el fascismo que engloba a todo el que no les baila el agua.
Y, como escribió Umbral, “solo el que se inventa un buen enemigo se lleva detrás al pueblo. Un enemigo en el que concentrar todos los males y desgracias de la gente, que siempre es desgraciada. Un enemigo concreto, visible, fusilable, no abstracciones. La gente pide un culpable de sus desgracias, y a la gente hay que desviarla para que acierte equivocándose, no sea que dé con el verdadero culpable”.
Una tropa de gentes entregadas al halago
Como todos los autócratas, Sánchez cuenta con una tropa de gentes entregadas al halago y presenta a su señora, Begoña, como una lideresa. Y como dijo un griego, tiene lo que se necesita para arrastrar a muchos, todavía. O sea, una voz terrible, un carácter perverso y un rostro increíblemente descarado, las cualidades necesarias para gobernar como un autócrata. Y, aunque su horizonte judicial cada día se oscurezca, cuentan con que tienen a Conde Pumpido para salvar la cosa en el último minuto. Y, llegado el caso, hacerse un Biden, otro progresista ejemplar, que antes de pirarse ha indultado a su hijo, con un par.
Sánchez y el PSOE se comportan como el peronismo. Las bandas gangsteriles se simbiotizan con el poder político y solo le faltan las barras bravas, que ya llegarán. Y ya veremos si llegan a liquidar físicamente a algún juez o fiscal incómodo como la Kirchner. Aldama, que sabe de qué va la cosa y conoce el paño ya ha dejado dicho que si le matan antes de contarlo y probarlo todo, tiene organizado que salga todo a la luz pública.
Begoña, que se sabe fuerte, nos ha vacilado duro a todos, pero no creo que le vaya a beneficiar con los ropones. Camacho, su abogado, fue mandamás en el Ministerio de Interior y quizá esté acostumbrado al juego sucio, marca de la casa. Puede que como secretario de Estado de Interior fuera bueno para el PSOE, o útil, pero como abogado parece más que mejorable. Dios los cría y ellos se juntan.
