El Real Madrid ganó con justicia “El clásico” contra el Barcelona, con una primera parte en la que pudo dejar sentenciado el partido. Ambiente fantástico en un Bernabéu hasta la bandera y mucha tensión tras las palabras previas de un Lamine Yamal, un chaval que tiene enormes cualidades para jugar al fútbol pero que me da la impresión de que está muy mal rodeado. Y Vinicius, otra vez disparado.
El Real Madrid ganó el partido, se quitó la losa de las derrotas del año pasado frente al Barça y ganó, además de los tres puntos, seguridad, confianza y crédito en el proyecto que lidera Xabi Alonso.
Vinicius le faltó el respeto a su entrenador, a sus compañeros, al Club y al público
Los jugadores del Madrid tenían la sangre alterada por las necedades previas de Lamine. Y dado el mal partido del joven del Barça, le esperaban para pasarle factura.
A Vinicius, que hizo un gran partido, al ser sustituido por Rodrygo “se le fue la cadena” (frase que le robo a mi amigo Jorge Valdano) y en su salida del campo dejó una nueva colección de desplantes y gestos de niñato malcriado, mientras gritaba “siempre me quitas a mí”, y se fue directo al vestuario. Mala educación la de Vinicuis, que faltó el respeto a su entrenador, a sus compañeros, al club y al público. Luis Llopis, el sensato y sabio ayudante de Xabi Alonso le ordenó volver al banquillo.
Allá Lamine con sus fiestas pero tiene pinta de que va a estropear una carrera que podría ser muy brillante
Al finalizar el partido, Carvajal le hizo a Lamine un gesto con el mensaje de “hablas mucho”. Y Vinicius, ya en chanclas, en cuanto escuchó el pitido final se fue directo hacia el banquillo del Barça con una toalla. Buscaba bronca, y la encontró. Una tangana final que deja al descubierto tensiones incubadas entre los jugadores del Real Madrid y el Barça que dejan cuentas pendientes para el partido de marzo en el Camp Nou.
Lamine y Vinicius, Vinicius y Lamine, emborronaron un “Clásico” que es un partido que ven millones de personas de todo el mundo. Qué lástima que con el talento que tienen no cuenten también con un mayor sentido de la deportividad. Allá Lamine con sus fiestas con enanos y chicas de catálogo, el sabrá lo que hace con su vida. Pero como futbolista tiene pinta de que va a estropear una carrera que podría ser muy, pero que muy brillante.
Mourinho calentó estos duelos de un modo bastante infame, Lamine le está emulando y parece que no va a parar
Es cierto que Vinicius puede echar mano de un atenuante con una persecución incluso con racismo de por medio que Lamine no ha padecido. Pero Lamine, especialmente en la semana pre “Clásico”, puede que se haya ganado la enemiga de muchos, no solo madridistas.
Vinicius y Lamine. Dos grandes futbolistas sin ninguna duda. Vinicius le ha dado dos Champions al Madrid y Lamine jugó un papel destacado en los tres títulos nacionales del Barça la temporada pasada. Ayer en el Bernabéu ambos acreditaron que no son ejemplares deportistas. Vinicius, ante el pobrísimo partido que hizo Lamine, le dijo varias veces “que malo eres, solo das pases hacia atrás”.
Un “Clásico” es un partido de mucha tensión. En la época en que Mourinho entrenaba al Madrid calentó los duelos de un modo bastante infame, y me da que Lamine le está emulando y no va a parar. Cuenta además con el eficaz apoyo de su padre, que se exhibe en Youtube presumiendo de que vive de su hijo “como antes él vivía de mí”.
Escucho a muchos decir que lo de Lamine se justifica porque es joven, y a otros tantos decir que se comporta “como hacen los chicos de su edad”. Discrepo de ambos argumentos. Es joven, pero es mayor de edad y debiera comportarse de otro modo. Y conozco a muchísimos chicos de su edad bien educados, y que practican deporte sin mostrar esa soberbia infinita y dañina de Lamine.
Lo que tiene hablar tanto antes de un partido es que lo que has escupido hacia arriba te cae en toda la cara
Lo que tiene hablar tanto y tan desafortunadamente antes de un partidazo es que si pierdes, y tan clamorosamente como perdió ayer el Barça, te arriesgas a que lo que has escupido hacia arriba te caiga en pleno rostro. Uno de los periodistas catalanes que mejor información maneja sobre el Barça escribió tras el partido: “Este Barça no necesita fichar a nadie, ni a un nuevo entrenador ni grandes cambios de idea futbolística. Solo necesita que Lamine Yamal recuerde que le pagan por marcar en el terreno de juego y no en las juergas de madrugada que monta con su novia en los hoteles de lujo de Barcelona”.
Lamine sabrá qué quiere hacer con su vida, es mayor de edad y libre para elegir, y su padre sabrá si le ayuda con sus actuaciones en las redes sociales ejerciendo de papá de la criatura. Vinicius sabrá si quiere seguir siendo decisivo en el Real Madrid con su fútbol y si es capaz de evitar que “se le salga la cadena” con tanta frecuencia, porque quizá pronto el día que quiere recolocar la cadena en su sitio sea tarde. Ya casi no le quedan defensores en su pelea con el mundo entero en la que parece vivir cuando juega al fútbol.
Qué partidazo, a pesar del comportamiento de Lamine y de Vinicius, tan buenos, tan malos
Ambos deberían ver con detenimiento la entrevista de Valdano a Mbappé en “Universo Valdano”, el programa de Movistar+. Qué ejemplo de deportista brillante y tipo inteligente, educado y profesional. Y competitivo, claro que sí, pero desde la educación y la elegancia, y con la cadena siempre en su sitio. Un lujo de charla que encumbra aún más a Mbappé, a día de hoy el mejor jugador del mundo.
Dicho todo esto, que me parece importante, que gran victoria del Real Madrid, que partidazo de fútbol pese a las tanganas, qué ambientazo en el Bernabéu, qué suerte haber estado ahí disfrutando en vivo de un gran espectáculo deportivo. A pesar del comportamiento de Lamine y de Vinicius, tan buenos, tan malos.
