La subasta del piso de Kote Cabezudo ha llegado a su fin. Se ha cerrado con una mejor puja de 794.880 euros. En los próximos días el mejor postor deberá depositar el dinero en la cuenta del Juzgado y verificado por la Letrada de la Administración de Justicia, se dictará la correspondiente resolución aprobando el remate de la subasta. Y una vez formalizado ese trámite corresponderá liquidar las indemnizaciones que aún se deben a las víctimas con sus correspondientes intereses. Cubierta la responsabilidad civil derivada de sus delitos, será el turno de las tasaciones de costas a las que el violador y pornógrafo infantil fue condenado. También con sus debidos intereses.
Se cierra un ciclo y ya no hay marcha atrás. Con el remate de la subasta se completa un proceso que inició el propio Kote Cabezudo allá por 2019. Ese año vendió su estudio de la Calle Palacio 14. Cuando el Juzgado en los próximos días adjudique el piso de la Calle Urbieta 14, Kote Cabezudo habrá perdido las dos propiedades donde llevó a cabo sus siniestros crímenes. Se consuma lo que por todos los medios pretendió evitar. Desposeído de la propiedad de su casa de los horrores, sólo le quedará una atractiva cuenta corriente y una larga estancia en prisión.
La subasta del piso de Kote Cabezudo y la promesa que hice hace 12 años.
Era el verano de 2013 y yo estaba en Donosti tomando un café con la mujer que encabezó la ampliación de querella que presenté en septiembre de aquel año contra Kote Cabezudo. Como el lector se podrá imaginar, en 2013 la posibilidad de Kote Cabezudo condenado y en prisión era pura ciencia ficción. Yo tenía claro al cien por cien que haría todo lo que estuviera en mi mano. Pero por aquel entonces no era capaz de imaginar cuánto me costaría a todos los niveles. Ni tampoco cómo de profunda era la madriguera. Ni la cantidad de personas implicadas directa o indirectamente en sus fechorías.
El caso es que frente a aquello que parecía un imposible, le propuse a esa mujer: “Si conseguimos hacer Justicia para las víctimas y que Kote Cabezudo termine en prisión, ¿peregrinamos desde los Juzgados de Donosti hasta Santiago de Compostela en bici?”. Sellamos la promesa con un apretón de manos. Nunca me ha hecho falta nada más para empeñar mi palabra.
Ayer se consumó la subasta del piso de Kote Cabezudo. El principio del final de la ejecución de su condena y la definitiva reparación de las víctimas está en marcha. Así que ha llegado el momento de cumplir mi parte de aquella lejana pero nunca olvidada promesa. Me hubiera gustado poder cumplirla siendo más joven. Pero no importa. El 4 de julio me subo a la bicicleta frente al Juzgado de Ana Isabel Pérez Asenjo. Por delante más de 800 kilómetros. En el horizonte Santiago. Y 17 días de esfuerzo extremo y soledad en los que procesar doce años durísimos. Feliz de lo logrado. Y agradecido con todos los que me habéis acompañado en este viaje. Que sois muchos. Os tendré presentes en cada pedalada. ¡LO HEMOS CONSEGUIDO!
