Sigo escuchando y leyendo que Charlie Kirk, asesinado en Utah de un certero disparo en el cuello, era un fascista. Y no, Kirk no era un fascista, a Kirk no le asesinaron por ser fascista, le llamaron reiteradamente fascista para justificar que le asesinaran.
Desde hace demasiado tiempo los autodenominados “progresistas” denuncian cada día que hay un auge de la extrema derecha fascista sosteniendo peligrosos discursos de odio que generan violencia. Pero la realidad es que en pocas ocasiones se ha producido esa violencia.
Quizá fuera más atinado hablar de un fascismo progresista con inmenso poder en el mundo que habitamos
Al contrario, sí, tenemos cerca varios casos de supuestos fascistas que han padecido la violencia asesina de progresistas. Trataron de asesinar a Jair Bolsonaro en Brasil, asesinaron a Fernando Villavicencio en Quito en 2023, le dispararon al rostro a Donald Trump en 2024, asesinaron hace un mes a Miguel Uribe Turbay en Colombia. El 9 de noviembre de 2023 trataron de asesinar a Alejo Vidal Quadras en Madrid. Quizá fuera más atinado hablar, a la vista de los hechos, de un fascismo progresista con inmenso poder en el mundo que habitamos.
Seguía por las redes a Charlie Kirk. Muchas veces discrepaba de lo que decía, pero me encantaba como lo que buscaba siempre era provocar el diálogo y el debate. Se dedicaba a viajar con un modesto y pequeño montaje como el que instaló el pasado miércoles en la Universidad de Utah. Y el lema de sus comparecencias era “Ven y dime que no tengo razón”. Y en su página de Facebook escribía: “Ven y únete a Charlie Kirk para un debate sobre América y la libertad. ¿No estás de acuerdo conmigo? Grande. Entonces vente a la primera fila. Allí nos vemos”.
El principal empeño de Charlie Kirk, antes que defender sus ideas, era defender la libertad de expresión
Tenía un enorme éxito en las redes sociales y millones de seguidores, pero lo bueno de Charlie Kirk es que lo que el pretendía era el debate en directo, porque su principal empeño, antes incluso que defender sus ideas, era la defensa de la libertad de expresión.
Charlie era un polemista brillante, con inmenso talento, y por lo general salía triunfador de sus debates, lograba desarmar a quienes debatían con él. Denunciaba con ardor la política woke, era muy radical, pero no pretendía imponer nada, lo que deseaba era debatir, sentarse con gente que no pensara como él para escuchar argumentos. Por eso le llamaban fascista, peligroso ultraderechista. Y aún hoy, en los EE. UU. y en España, leo y escucho a algunos que insisten en que sí, está mal que le hayan asesinado, pero era un fascista.
Lo trascendente no es saber quién disparó a Kirk sino quién o quiénes son los autores intelectuales, quién ordenó el asesinato
Charlie Kirk no disponía de un gran aparato de seguridad en sus actos. Su asesinato me parece que responde a un plan bastante elaborado. El asesino ha sido ya detenido. Se trata de Tyler Robinson, de 22 años. La Policía pudo detenerle gracias a información facilitada por su propia familia y en su vivienda encontraron balas con inscripciones de lemas antifascistas. Robinson va a afrontar un juicio en un Estado en el que el homicidio se castiga con la pena capital. Donald Trump ha dicho que espera que le condenen a muerte. Yo por supuesto espero que no, jamás estaré a favor de la muerte, en ningún caso.
Ya he escrito en ocasiones que en España estamos a tres telediarios de que suceda algo parecido. Lo de Alejo Vidal Quadras fue el inicio. Y Alejo salvó la vida porque el asesino, antes de dispararle, le habló, y Alejo giró la cabeza. Si no llega a hacerlo, en vez de en la mandíbula la bala le habría reventado la sien. Probablemente en España haya ya balas con lemas antifascistas. Hay más de uno al que la “mayoría progresista” ha puesto en la diana. Y el Gobierno de Sánchez cuenta con el apoyo imprescindible de unos que durante años emplearon esas balas contra quienes fueron colocados en la diana. Hoy los progresistas antifascistas le llaman hombre de paz.
A Chralie Kirk no le han asesinado por ser un fascista, le llamaban fascista para asesinarle o justificar que le asesinaran
Y en España sabemos muy bien de que va la violencia política. No me olvido de que cuando ETA asesinaba, los muertos siempre eran fachas, “y algo habrán hecho”. Por no hablar del pasado, que tanto les gusta remover a los progresistas. Debiera cuidar la izquierda su discurso de superioridad moral de únicos defensores de la virtud y la democracia, pero a la vez de cancelación de quien osa denunciar alguno de sus abusos o discrepar de ellos, que inmediatamente es tachado de “nazi”, “fascista” o “ultraderechista”.
Charlie Kirk utilizaba las palabras no para dividir o para enfrentar, sino para dialogar y confrontar civilizadamente. Insisto, no le han asesinado por ser un fascista, le llamaban fascista para asesinarle o para justificar que le asesinaran.
Dios bendiga a Charlie Kirk y guarde a su mujer y a sus dos pequeños hijos, que podrán estar muy orgullosos de su padre.
