La semana ha arrancado con el recrudecimiento de la situación bélica en Israel. Los ataques en Gaza, la tensión, la violencia y hasta las amenazas continúan como siempre. Pero un actor más se ha adentrado en el conflicto con violentas fauces en forma de dron. Irán lanzó este pasado sábado por la noche un ataque de drones sobre el cielo israelí. Además, acompañaban a los drones, misiles de crucero y misiles balístico. Lo hizo desde su propio territorio. Aunque la gran mayoría fueron interceptados por los sistemas antiaéreos, los aviones de EE.UU, Jordania o Reino Unido, quienes lograron abatir 170 drones y 30 misiles de crucero.
El ataque de los drones hace crecer las alarmas
Según las estimaciones del ejército y las fuerzas internacionales, sólo lograron cruzar a territorio israelí, muy pocos de los más de 120 que anunciaron desde Irán, que causaron finalmente “daños menores”. Fue un ataque “sin precedentes”, como lo han renombrado algunos. Otros no dudan en afirmar que ha sido el mayor ataque de la historia producido a distancia, sobre todo en cuanto a número de proyectiles que salieron en una sola “salva”.
En realidad y a efectos prácticos, es el primer ataque que se produce de manera directa desde Irán a suelo israelí. Y se ha llevado a cabo con misiles lanzados desde Yemen. Como han indicado muchos expertos en política internacional, este ataque “supone un punto y aparte en la escalada del conflicto”.
Lo primero que declaró en su cuenta de X el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tras producirse el ataque, fue “Ganaremos”. Y desde fuentes israelíes también han optado por no descartar un contraataque, afirmando que “la respuesta será significativa”, “Irán pagará el precio de su ataque” o Israel ahora “no puede ser débil”. Afirmaciones que han encendido todas las alertas y han permitido que se abra también la puerta del miedo y la preocupación internacional ya que Irán también advierte que contraatacarán de manera más severa si Israel ataca también sus intereses o a sus ciudadanos desde cualquier punto.
Desde el domingo, EE.UU. Ve con preocupación la escalada de violencia en el conflicto. Con la entrada de Irán y el ataque de los drones, la diplomacia ha tenido que sentarse varias veces para diseñar una respuesta conjunta que no incentive que la leña arda más. Antony Blinken, secretario de estado de seguridad estadounidense, afirmó este lunes en Washington que ya están manos a la obra para tratar de “coordinar una respuesta diplomática” que esté a la altura de la situación.
La comunidad internacional insta a la diplomacia y a la calma
Joe Biden también salió a declarar afirmando que aunque “está comprometido con la seguridad de Israel”, también cree que debe trabajar para facilitar un alto el fuego temporal en la Franja de Gaza y la liberación de rehenes israelíes.
La comunidad internacional insta a la diplomacia y a la calma. Piden que no se sigan incendiando los ánimos. Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, ha pedido también que cesen las hostilidades porque “ni la región ni el mundo pueden permitirse otra guerra”.
Francia, Alemania, Reino Unido, a través de sus respectivos primeros ministros, han rechazado tajantemente el ataque, piden que cese la violencia y que se rebaje la tensión. Mark Rutte, primer ministro en funciones en los Países Bajos, ha indicado que la situación en Oriente Medio es muy preocupante y ha pedido a Irán que deje de atacar a Israel. Y Antonio Tajani, ministro de exteriores italiano ha indicado incluso que están preparados “para cualquier escenario”.
Parece que la comunidad internacional algo se teme. La economía lo nota y los barriles de petróleo indican que todo apunta a que volverán a incrementar su precio. Los ciudadanos sufren las idas y venidas del conflicto y en general, es verdad que no nos merecemos otra guerra. Nosotros desde lejos no la merecemos y ellos que la viven in situ, tampoco, mucho menos. Hace mucho que deberían haber cesado los ataques.