Y QUIEREN ECHAR AL SEÑOR X, AHORA

Amparo Rubiales, histórica dirigente socialista andaluza, anda recogiendo firmas para expulsar del PSOE a Felipe González, el señor X de los GAL. Ahora, por criticar a Pedro Sánchez y decir que a este PSOE no le votará mientras siga Sánchez.

También un grupo de socialistas históricos han hecho público un comunicado en el que exigen la renuncia de Sánchez y un Congreso que elija a un nuevo líder, “para restituir el honor del Partido Socialista”.

Solo faltan Amedo y Domínguez

Entre los firmantes del papel que reclamaba restituir el honor del PSOE, José Barrionuevo y Rafael Vera, ex ministro de Interior y ex secretario de Estado para la Seguridad, condenados por terrorismo de Estado. Secuestraron a un anciano viajante de comercio y se plantearon asesinarle y enterrarle en cal viva, como a Lasa y Zabala. A ambos les indultó el Gobierno de José María Aznar.

Por una vez estoy de acuerdo con el ministro Oscar Puente, que al leer el manifiesto y ver la lista de abajofirmantes, escribió en X, “solo faltan Amedo y Domínguez”, que fueron los machacas de los GAL.

Callaron con el crimen de Estado, pero no admiten que nadie critique a Sánchez, su amado líder

O sea, que estos socialistas de toda la vida, que se callaron como puertas durante los años de los GAL, que tragaron con que el Gobierno socialista de González organizara y financiara con dinero público una banda terrorista, que acudieron a hacer el corro de la patata a la cárcel de Guadalajara cuando entraron en ella José Barrionuevo y Rafael Vera, ahora se ponen estupendos y piden que se expulse a González por osar criticar a su amado líder Pedro Sánchez.

En esto ha quedado la organización PSOE, repleta de criminales, asediada por la corrupción rampante y a la espera de que la UCO entre en Presidencia y el Supremo empapele al presidente, si le pillan antes de irse con su amada a Dominicana, que allí se está muy bien y se mueve la pasta sin problemas. Que ya le allanaron el camino Felipe González y José Bono, con sus respectivas y los amigotes.

En el PSOE nadie consideró afectado el honor del partido porque el señor X organizara una banda de asesinos

Desde que Felipe González, el señor X de los GAL, dejó el Gobierno en junio de 1997, nadie en el PSOE pidió que fuera expulsado del partido, e incluso apoyó las campañas electorales pidiendo el voto para los suyos. Como nadie le reclamó que abandonara la vida pública, aunque sus responsabilidades políticas en el crimen de Estado son incuestionables y debieran haberle invalidado para nada relacionado con la política, el señor X nunca dejó de dar lecciones de democracia.

Pero no. En el PSOE nadie consideró afectado el honor del partido porque el señor X organizara una banda de asesinos. Lo que les parece intolerable es que, ante la autoamnistía concedida a los golpistas, el señor X haya salido a criticar a Sánchez y a decir que no volverá a votar PSOE mientras Sánchez siga en el machito. O sea, que para esta peña socialista y progresista asesinar o secuestrar a un anciano viajante de comercio sí, pero criticar a Sánchez, su puto amo, no.

El honor es una cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo. Entiendo a la vista de los hechos que para estos socialistas históricos era un deber del socialismo montar una banda de asesinos, pero no criticar que se conceda una autoamnistía a unos golpistas que han anunciado además que volverán a hacerlo. Por este camino, entre Sánchez y los históricos van a certificar la desaparición del PSOE. Ellos sabrán lo que hacen.

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