Se ha cumplido un año del asesinato de dos guardias civiles embestidos por una narcolancha en Barbate. Cada poco se realiza alguna operación policial contra organizaciones criminales. Pero España se ha convertido hace tiempo en un paraíso de las mafias de todo pelaje y procedencia, europeas, latinas y asiáticas, y creo que no nos tomamos demasiado en serio el problema.
Cada poco leemos noticias de asesinatos, tiroteos y ajustes de cuentas, especialmente, aunque no solo, en la Costa del Sol. Los narcos tienen una actividad incesante en el Estrecho, con una agresividad creciente.
No entra un gramo de droga de las mafias sin la complicidad de agentes policiales
La Guardia Civil y la Policía Nacional tienen plantillas exiguas y no muy bien pagadas y alertan cada poco del problema. La fiscalía se queja de disponer de pocos medios.
Las mafias disponen de cantidades industriales de dinero con la que comprar voluntades en todos los ámbitos, político, policial y judicial sobre todo.
Un miembro destacado de una de estas organizaciones criminales me dice: “En España, como en otros países, no entra un gramo de droga sin la complicidad de agentes policiales. Para poder meter un container por un puerto no compramos a un policía o un guardia civil, tenemos que comprar un turno entero. Y en muchos casos, una vez que la droga ha pasado, un porcentaje de ella se lo quedan ellos”.
Encuentran jóvenes dispuestos a todo entre jóvenes sin empleo e inmigrantes
Las organizaciones criminales multinacionales trabajan cómodas en Europa. La ausencia de fronteras interiores y las políticas respecto a delincuencia e inmigración les son favorables.
Y España es el territorio elegido por mafias de todo tipo para instalarse y operar, se ha convertido en el paraíso de las mafias. Les resulta más sencillo encontrar jóvenes dispuestos a todo a cambio de un buen dinero entre la población inmigrante y entre jóvenes sin empleo. Y cada día hay más armas.
Un agente especializado en lucha contra el crimen organizado me explica que, en España, hoy, “puede haber cerca de quinientas organizaciones criminales, de todos los tamaños. Somos, junto a Bélgica y Holanda, el principal puerto de entrada de droga a Europa, y cada día crece también el tráfico de armas. Creo que las autoridades no son conscientes de la gravedad del problema. Y ojo que no afecta solo a las grandes ciudades. Tenemos aquí a la Ndrangheta napolitana sobre todo en tema de drogas. La mafia china con trata de mujeres y falsificaciones. Los georgianos con droga y armas sobre todo en Madrid y Barcelona. Los rumanos y bulgaros en especial con trata de mujeres y armas. Nigerianos con mujeres. Bandas latinas con droga y sicariato. No nos falta ninguna. Un problema muy serio que requiere de medios que a día de hoy son escasos”.
«Nos llevan ventaja, las mafias van siempre por delante, saben que nuestros medios son limitados»
Deberíamos mirar lo que ha sucedido en otros países. En Italia la mafia quitaba y ponía gobiernos. En Holanda la Mocromafia llegó a poner contra las cuerdas a la Fiscalía y a la Casa Real. Y si a esto le añadimos el terrorismo yihadista, el problema se multiplica.
Las mafias no dejan de trabajar ni un segundo al día. Manejan cantidades ingentes de dinero. No tienen límites morales. Y conocen las debilidades de nuestra sociedad. Si han encontrado un paraíso en España, pueden convertir España en un infierno.
No es alarmismo. Es una realidad frente a la que da la impresión de que no estamos adecuadamente preparados. El mismo agente especializado en crimen organizado me dice: “Nos llevan ventaja, siempre van ellos por delante, saben que nuestros medios son limitados. Si ellos se manejan con rifles AK 47 nuestra respuesta es con mucho menos calibre”.
“Marlaska, añade, desmanteló en 2022 OCON Sur, un grupo de élite antidroga que obtenía muy buenos resultados, por unas pruebas contra el jefe presentadas por un inspector. Finalmente eran pruebas falsas y el inspector fue inculpado, pero OCON Sur desapareció, y las mafias lo celebraron. Y desde entonces, si miras las cifras, crece cada día el número de narcolanchas y entradas de droga y decrece el número de operaciones efectivas. No creo que los ciudadanos sean conscientes de la gravedad del problema. Pero quizá cuando se enteren sea tarde”.
Esto ya ha pasado antes en otros lugares y épocas. Quizás leyes más fuertes en protección de testigos o penas más elevadas sirvan de algo. Pero si están todos comprados es dificil.
¿Y legalizar la droga??