El pasado 10 de octubre se celebró el Día Europeo y Mundial contra la pena de muerte. En la Comisión Europea, bajo el lema “La pena de muerte no protege a nadie”, el Comité de Ministros se ha comprometido a buscar un objetivo dentro de los que se plantean en el Consejo de Europa. Es el de crear una zona libre de pena de muerte en Europa y más allá. Indican, además, que hay que trabajar para erradicar la idea errónea de que la pena de muerte podría hacer las sociedades más seguras y son tajantes al afirmar que no hay evidencias concluyentes sobre el valor disuasorio de la pena de muerte.
Compromiso de estar alejados de la pena de muerte
Han pedido a sus ministros que se mantengan firmes para en su compromiso de mantenerse alejados de la pena de muerte. Un compromiso que se expande por Europa y que critica las últimas ejecuciones aplicadas en Bielorrusia. Pero que en muchos otros lugares del planeta, ni se le ve, ni se le espera. En la actualidad, y según datos de organizaciones como Amnistía Internacional, el año 2023 cerró con una cifra escandalosa: en total, 1.153 personas fueron ajusticiadas.
Un dato que, por cierto, podría ser mucho mayor porque hay países como China en los que no existe transparencia en este tipo de informaciones. Otros como Vietnam o Corea del Norte puede que ajusticiaran a otros tantos con la pena capital, sin haber declarado a cuántos. Por lo que las estadísticas, lejos de parecer concretas, no son nada fiables.
En el ranking, China se sitúa a la cabeza y es el país en el que más se aplica, más que en ningún otro en el mundo. Y, de hecho, se estima que se ejecuta a miles de personas al año, pero no existe manera de confirmarlo, precisamente por falta de estadísticas fiables o, al menos, transparentes. Tras ella, Irán y Arabia Saudí concentraron más del 90% de las ejecuciones en 2023. De hecho, los cinco países con mayor número de ejecuciones en 2023 fueron Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Somalia. La pena de muerte no entiende de primeros o terceros mundos. Se indistintamente en países por encima y por debajo del Ecuador.
Iniciativa del Gobierno Español de apoyo
A nivel mundial, entre la población, reduciendo casi hasta la mínima expresión la cantidad de personas que viven en el planeta, según Amnistía Internacional, casi 8 de cada 10 personas vive en un país donde se aplica la pena de muerte. En el otro extremo, también hay países que en los últimos dos años la eliminaron por completo. Fueron Kazajistán, Papúa Nueva Guinea, Sierra Leona y la República Centroafricana.
Es más, actualmente hay en el mundo un total de 112 países que son totalmente abolicionistas. Y 144 la han abolido en la ley o en la práctica. En el Consejo de Ministros de Europa, celebrado este 10 de octubre en Estrasburgo, determinaron trabajar por un objetivo común que hiciese fuerza para que la pena de muerte no sea una alternativa, al menos en Europa.
Algo que refuerza el Gobierno de España en el comunicado lanzado con motivo del Día Mundial contra la pena de muerte, en el que, a modo de resumen, explica que España insta a que se promuevan todas las “reformas jurídicas necesarias para evitar la aplicación de la pena capital a menores de edad, a personas que cometieron delitos durante su minoría de edad, a personas con discapacidad o a personas LGTBI; y a que tengan en cuenta los efectos de la aplicación de la pena de muerte en los menores a cargo de los condenados y protejan sus derechos”. Y concluye, “España seguirá apoyando a la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, con sede en Madrid, fundada en 2010 a iniciativa del Gobierno español, así como las iniciativas multilaterales y de la sociedad civil que tengan por objetivo la abolición universal de la pena de muerte”.