Edmundo González, el ganador de las elecciones en Venezuela, es un diplomático de carrera sin experiencia política. Consumado el robo de la dictadura en las urnas, Juan Carlos Monedero, José Luis Rodríguez Zapatero (ambos en nómina de Maduro) y Pedro Sánchez, tardaron muy poco en convencer al dictador de que a enemigo que huye conviene ofrecerle un puente de plata. El embajador español, Ramón Santos, se sumó a la jugada para darle un empujón a González que aliviara a Maduro.
Edmundo, Zapatero, Sánchez y su relación con Maduro
Edmundo González, más partidario del diálogo que del enfrentamiento a cara de perro con la dictadura se refugió en la Embajada de Holanda. Eso sí, en permanente contacto con Santos y Zapatero. A su vez, el ex presidente español y Monedero, con despacho en el Palacio de Miraflores, convencieron a Maduro de que encarcelar o liquidar a González generaría una reacción de la comunidad internacional muy perjudicial para él. Siguiendo el camino que traza Zapatero, Pedro Sánchez encargó al ministro Albares, conocido en la carrera diplomática como “napoleonchu”, y al embajador Santos negociar con Delcy Rodríguez, la de las maletas, y su hermano Jorge, presidente de la Asamblea Nacional y aplicado siervo de Maduro. España pidió autorización para el aterrizaje de un avión de la Fuerza Aérea Española y la salida de Edmundo González para instalarse en Madrid como asilado político. Un problema menos para Maduro.
Hablo con dos opositores residentes en Venezuela, buenos amigos. Y me confirman que Maduro “no hizo un fraude, sino que robó la elección en su totalidad”. La ventaja obtenida por Edmundo González fue muy superior a la esperada debido, “al apoyo a González de muchos ciudadanos que antes votaban chavismo”.
El dictador, que trabaja en otra purga en su entorno, habitual en todas las dictaduras, para confirmar un equipo perrunamente fiel, podría, asesorado de nuevo por Monedero y Zapatero, proponer elecciones al Parlamento, las gobernaciones y las alcaldías. «Serían falsarias como es habitual en el régimen, en el que por ahora no hay fisuras que lo puedan resquebrajar. La única debilidad del régimen es la económica. Si las sanciones se centraran en las exportaciones de petróleo y en las sanciones a familiares de la nomenclatura del régimen y sus bienes en el exterior, esto sí podría abrir algunas fisuras, desestabilizar a Maduro. También quizá, colapsar a la narcodictadura madurista”.
El daño de la izquierda española al pueblo venezolano
La salida de Edmundo González ha debilitado a la oposición liderada por María Corina Machado, cuya narrativa comienza a calar menos en la población. “Y ese era el objetivo principal de Maduro, y en el que más le insistieron Monedero y Zapatero”. Un pequeño grupo de opositores están trabajando ahora, al margen de María Corina Machado, con el objetivo de sumar a su causa democrática por la transición a las bases chavistas con un nuevo liderazgo. «Mucho más moderno y joven. Es una operación que nos va a llevar mucho tiempo, pero estamos convencidos que la actual oposición no puede lograr un colapso del régimen que permita construir una transición a la democracia, siguiendo la línea de la transición española tras la dictadura de Franco”.
En el equipo de María Corina Machado, aún muy afectada por la salida de Edmundo González, tratan de cerrar filas y continuar batallando día a día en la calle y en todos los foros internacionales. «Aunque son conscientes de que, con la represión en sus máximos niveles de violencia, la población se cansa y crece el miedo. No podemos exigir a todos los venezolanos que sean héroes, y la represión del régimen va a seguir siendo implacable, llevándose por delante a hombres, mujeres, niños y ancianos”.
Le pregunto a mis interlocutores que piensan en Venezuela sobre el papel de Monedero, Zapatero y Sánchez, y la respuesta es clara y coincidente. Y es que “El daño que esta supuesta izquierda española ha hecho al pueblo venezolano es irreparable y ya irreversible. Jamás imaginamos que pudiera suceder. Pero la influencia del chavismo y el madurismo a través de Podemos ya han visto los españoles las consecuencias que ha tenido. Con un Pedro Sánchez convertido en un autócrata que incluso ha llegado a decir que piensa gobernar sin el poder legislativo. El siguiente paso es, directamente, liquidarlo. Tiempo al tiempo. En Venezuela también pensamos en su día con Chaves que era imposible que sucediera lo que ha sucedido”.