El caso de Daniel Sancho ha culminado con su condena a cadena perpetua en Tailandia tras ser hallado culpable de múltiples delitos graves relacionados con el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta. La sentencia declara a Daniel Sancho culpable de asesinato premeditado, mutilación de cadáver y destrucción de pruebas. Plantea cuestiones relevantes sobre la administración de justicia en Tailandia. También el impacto de las leyes internacionales en casos de ciudadanos extranjeros condenados en el extranjero.
Sentencia del caso impactante de Sancho
Daniel Sancho, hijo del reconocido actor español Rodolfo Sancho, fue detenido en agosto de 2023 en la isla tailandesa de Koh Phangan. Se le acusó de asesinar a Edwin Arrieta, un cirujano plástico colombiano con quien mantenía una relación cercana. Según los informes policiales, el crimen fue premeditado, ya que Sancho planificó y ejecutó el asesinato de manera deliberada.
El caso se volvió aún más impactante cuando se reveló que, tras asesinar a Arrieta, Sancho desmembró su cuerpo. Dispersó las partes en varios lugares de la isla. Esto no solo dificultó la identificación de la víctima, sino que también evidenció la intención de ocultar el crimen. Estas acciones condujeron a que se le imputaran tres delitos principales: asesinato premeditado, mutilación de cadáver y destrucción de pruebas.
Análisis jurídico de la sentencia
La sentencia fue leída a las partes el pasado 29 de agosto. Aún no ha sido entregada a las mismas para su análisis y posteriores recursos. El presente análisis se extrae tras todo lo acontecido desde la lectura de la misma. Veamos los delitos a los que ha sido condenado Daniel Sancho. En primer lugar, el delito de asesinato premeditado. Se encuentra contemplado en el artículo 289 del Código Penal tailandés y establece la pena de muerte como la máxima sanción para este tipo de crímenes. Sin embargo, la sentencia de cadena perpetua a Sancho refleja una consideración de atenuantes en su caso. Es su confesión y la cooperación con las autoridades, factores que pudieron evitar la imposición de la pena capital.
El segundo delito, el descuartizamiento del cadáver, agrava aún más la situación jurídica de Sancho. El derecho tailandés condena severamente el ultraje a los cadáveres. Las acciones de Sancho no solo mostraron una falta de respeto por la dignidad humana, sino que también representaron un intento deliberado de encubrir el crimen. Este acto es sancionado con penas de prisión adicionales, que en casos extremos pueden sumar décadas adicionales a la condena principal.
Y por último, el tercer delito, es el de destrucción de pruebas. Incluye la dispersión de partes del cuerpo y el intento de ocultar el crimen. Es una violación grave en el sistema de justicia tailandés. Este delito, bajo el artículo 199 del Código Penal, también conlleva severas penas de prisión, especialmente cuando se combina con otros delitos mayores como el asesinato.
Revisión e implicaciones jurídicas internacionales
Según la ley tailandesa, un prisionero sentenciado a cadena perpetua puede solicitar la revisión de su caso tras cumplir 25 años de prisión. Esta revisión no garantiza su liberación, sino una evaluación del comportamiento del recluso y otros factores relevantes. El caso de Daniel Sancho no solo tiene implicaciones dentro del sistema judicial tailandés, sino que también resuena en el ámbito internacional.
Lo hace particularmente en relación con el derecho internacional humanitario y los tratados bilaterales entre Tailandia y otros países. ¿Podría volver a España Daniel Sancho para seguir cumpliendo condena? Sí, podría volver a España, pero desde mi punto de vista como jurista me parece algo complicado, porque tiene que cumplir una serie de requisitos esta solicitud de vuelta a España que se hará aproximadamente a los cuatro años una vez la sentencia adquiera firmeza.
Posible vuelta a España y cambios en su situación legal
Por su parte, los abogados de Daniel Sancho han anunciado en distintos medios de comunicación que quieren recurrir la sentencia. Yo no lo haría, ya que considero imposible que la justicia tailandesa recule en cuanto a la cadena perpetua. En ocasiones, el resultado podría ser peor, incluso condenarlo a pena de muerte. Lo que yo haría sería esperar a que la sentencia sea firme. Después proceder a la solicitud de traslado a España en los términos que las leyes convengan, siempre que se cumplan los requisitos que se contemplan en el tratado que España firmó con Tailandia en el año 1983 y que fue ratificado en 1987.
Aunque faltan muchos años para que esta vuelta a España se produzca, si Sancho fuese transferido a España, su situación legal podría cambiar significativamente. La razón es que la legislación española podría ofrecerle opciones de revisión de la pena que no están disponibles en Tailandia. Por tanto, el futuro de Daniel Sancho, ya sea en Tailandia o eventualmente en España, dependerá no solo de su comportamiento en prisión, sino también de las negociaciones diplomáticas y las interpretaciones legales de los tratados internacionales.