Begoña Gómez, la amada del presidente Sánchez, no declaró el otro día en el Juzgado. Su abogado, el señor Camacho, que ofició de secretario de Estado en Interior con José Antonio Alonso y el inefable Pérez Rubalcaba de ministros, alegó indefensión por desconocer una acusación presentada por la organización Hazteoir.
Begoña prepara el terreno con Pumpido
La cosa tiene su miga. Y me malicio que Camacho y Begoña Gómez van preparando el terreno por si la cosa termina en el Tribunal Constitucional de Conde Pumpido. Tienen previsto, antes de haber sido condenada, recurrir alegando indefensión por no haber sido informados de la acusación, tal y como obliga el artículo 24,2 (si no me equivoco) de la Constitución.
Pero no van a tener fácil sostener que no conocían la querella de Hazteoir, porque el 22 de mayo, el marido enamorado de Begoña acusó “a dos organizaciones ultraderechistas, Manos Limpias y Hazteoir” de las acusaciones falsas contra su mujer. ¿Por qué citó a Hazteoir si no sabían de su escrito de acusación? Mal está que el Juzgado no se lo notificara. Lo extraño es que sabiendo que existía esa acusación el letrado Camacho no se interesara en reclamarla.
La amada del presidente tiene, por supuesto, la presunción de inocencia mientras no sea condenada. Begoña y el abogado Camacho tienen pues todo el derecho del mundo a diseñar la estrategia jurídica que consideren conveniente. Me temo que al letrado le falta experiencia en tribunales, lo suyo ha sido más la política y la policía que la ley. Veremos cómo les va en la declaración del día 19. Espero que el ministro Marlasca no repita el espectáculo de enviar 200 policías, 25 furgonetas, helicóptero, drones, perros y demás arsenal a tomar la Plaza de Castilla y alrededores y a pedir el carnet a los periodistas.
En democracia si suena el timbre a las 7 de la mañana solo pueden ser el lechero, o una novia. Y si te piden el carnet en la calle solo puede ser si hay indicios de que has delinquido. Igual es que ahora como Sánchez quiere imponer un carné oficial de periodista, como hacía Franco, se va a poner de moda lo de pedirnos el carnet. El siguiente paso es el calabozo preventivo en la comisaría o el cuartelillo y después la celda en la trena.
Paralización de la actividad de los juzgados
No se explica que, habiendo concedido la juez decana de Madrid a Begoña el beneficio de entrar por el garaje Marlasca ordenara ese despliegue policial en la calle, por donde no iba a pasar la mujer del presidente. El asunto es serio, porque, además, en la sede de los Juzgados la Policía tomó literalmente cuatro plantas. La que iba a visitar la señora de Sánchez y otras tres, paralizando la actividad de más de 20 Juzgados. Miles de ciudadanos no pudieron hacer sus gestiones judiciales, con el daño que eso supone.
Un funcionario me explica que, “además, había tal despliegue de inhibidores de frecuencia que estuvimos muy cerca de que se cayeran los sistemas informáticos. Fue insólito lo que sucedió, jamás había ocurrido nada igual en la Plaza de Castilla, y mira que ha pasado gente importante por aquí a prestar declaración. Esperemos que el día 19 no se repita”.
Y como coda al espectáculo de los Juzgados, la peor foto no fue la del pasillo antes de entrar, ni la del interior del Juzgado, la peor fue la que le pillaron en la calle, saliendo por el garaje, con su coche oficial con los cristales tintados, en la que se la veía agachada y tapándose la cabeza. Con tanto asesor de imagen como hay en la Presidencia con cargo al erario, me pregunto cómo es posible que ninguno le hiciera ver previamente que no debía agacharse ni cubrirse la cabeza dentro del coche.
Medidas para coartar la libertad de información y expresión
Y el día 17 comparece Sánchez para anunciar las medidas que va a imponer para coartar la libertad de información y de expresión. Le hubiera cuadrado más hacerlo el 18 de julio, fecha de conmemoración franquista. A ver si se atreve con lo de los tribunales administrativos para sancionar periodistas. Lo que si parece seguro son las limitaciones a la financiación pública de los medios, que no sabemos cómo lo va a hacer.
Por mí que se supriman todas. Y, para empezar, que se cierren los medios públicos, empezando por RTVE y todas las teles y radios autonómicas. No sé por qué se han mantenido después de haber liquidado ya hace años la prensa del Movimiento Nacional. ¿Por qué televisiones y radios públicas y no prensa escrita?
Y respecto a la publicidad institucional, de existir, lo que no puede es repartirse con un criterio subjetivo de favorecer a los amigos y putear a los críticos, que es como se hace ahora, empezando por el Gobierno central y siguiendo por la mayoría de los autonómicos. Por mí que se acabe con ella. Y Sánchez debiera empezar la limpieza por casa antes de pasar la fumigadora a los vecinos.
Por cierto, que feo que el presidente, después de la comparecencia fallida de su amada, en vez de pasar la tarde con ella dándole consuelo ante tanto atropello que sufre de la extrema derecha, se pillara el Falcon y se fuera al fútbol a Alemania, dejando sola a su amada. Eso no lo hace un enamorado.
