Cuando hablan de excedentes, la cabeza se me va a la agricultura. A esos excedentes que derrumban los precios y que traen el caos. Hoy, sin embargo, quiero hablar de otro tipo de excedente que también genera caos. Un excedente y un caos del que nunca hablan los grandes medios de desinformación ni su equipo de opinión sincronizada. Se trata del excedente de empleados públicos que lastra a España y que un reciente estudio del CEU, titulado «Constitución y Familia: un principio fallido«, cifra en 1,5M de personas que suponen para las arcas públicas una carga de entre 67.000 y 73.000M€ al año (el 5% del PIB).
El excedente de empleados públicos genera caos
En el estudio, con datos del 2023, señalan que España tenía entonces, en números redondos, 17,65M de empleados en el sector privado y 3,59M de empleados en el sector público. Los primeros, los del sector privado, habían crecido un 54% desde el 76. Sin embargo, Los segundos, los del sector público, lo habían hecho un 164% en el mismo periodo. ¡Tres veces más! ¡Los empleados públicos han crecido tres veces más que los empleados del sector privado! Aquí tenéis la prueba palpable de la operativa de la PPSOE. Está colocando en el sector público hasta al apuntador. Creando una sociedad donde entre políticos, asesores, empleados públicos, clases pasivas y otros subsidiados… más de la mitad de población está agarrada a la teta del Estado.
Todo lo anterior significa que, ya en 2023, existía 1 asalariado público por cada 4,9 ocupados en la economía privada (si tomamos a todos los dependientes del dinero público nos acercamos peligrosamente a la paridad). Entonces, en el 76, la proporción era mucho más lógica: 1 a 8,4. Según los cálculos del CEU, un empleado público nos cuesta, de media, sobre 46.666€. Un 45% más que la media del sector privado. Lo que supone un coste directo de 67.000M€ y un coste indirecto –contabilizando otros gastos además del salario- que se va a los 73.000M€.
Para el CEU, si se hubiese mantenido la proporción que había en el 76, España podría funcionar perfectamente con 2M de empleados públicos –entonces solo había 1,35M- frente a los 3,59M -y subiendo- que tenemos actualmente. Eso sin tener en cuenta, además, que ahora está todo digitalizado y que se podría ajustar aún más esa proporción si la intención de la PPSOE fuera la eficiente gestión de los recursos públicos. Evidentemente no lo es. En definitiva, para el CEU sobran 1,5M de empleados públicos.
Un sobrecoste que todos soportamos
Y ese sobrecoste que soportamos es otro de los cuellos de botella que estrangulan nuestra economía haciendo que para los privados alejados de los partidos sea muy difícil prosperar en este país. A pesar de todo, muchos compatriotas les siguen votando. ¡Ay mísero de mí, ay, infelice! Esos 3,59M de empleados públicos que contabiliza la EPA del 4T2023 agrupan tanto al personal funcionario de carrera como al interino y al personal laboral y eventual. Un excedente que también está en la base de la insoportable presión fiscal que sufrimos todos que ha pasado, grosso modo, del 20% sobre la renta global en los años 70, al 60% en nuestros días. Ahora existen más de 100 figuras impositivas –muchas en cascada- con las que la PPSOE se lleva la parte del león de todo lo que ganas.
A cambio, no gozamos de mejores servicios públicos porque todo ese dinero se lo están llevando los imperantes y su séquito. Sin embargo, esos excedentes de empleados públicos y de ayudas de todo tipo son los que están generando paro y muchísima más deuda pública. Hipotecas que anularán el futuro de esos jóvenes de los que tanto hablan.
Que no te engañen: una parte importante de la desaforada recaudación tributaria no va para pagar servicios públicos o prestaciones y beneficios para los ciudadanos, sino que se esfuma entre los amiguetes del poder, la red clientelar y los intereses de la deuda pública (que supone otro 5% del PIB). Por eso pagas cada vez más impuestos y nada funciona mejor. Al contrario. ¿Te vas a quedar quieto haciendo lo de siempre o piensas que ha llegado el momento de cambiar? No lo dejes correr porque es probable que, luego, el que sobres, el excedente, seas tú.