El Congreso aprobó la ley de amnistía. Una ley que deja impunes los delitos cometidos en el golpe catalán, elaborada ad hoc para personas concretas. Redactada esencialmente por el abogado de los golpistas catalanes. O sea, por los beneficiarios y que se aprueba en pago a 7 votos que necesitaba Pedro Sánchez, el puto amo del PSOE, para ser presidente del Gobierno. O sea que esta amnistía es una autoamnistía que nació de la derrota de Sánchez en las elecciones.
El sonoro » a la mierda» en la sesión parlamentaria
Pero lo más relevante de la semana ha sido que la Audiencia de Madrid avaló que el juez Peinado siga investigando a la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez. Ha quedado ya acreditado que el puto amo, cuando escribió su epístola a los tuiteros, sabía ya que su amada estaba siendo investigada. O sea que Sánchez, con lo de su amada imputada, ahora investigada, nos ha mentido de nuevo sin pudor, como hace siempre.
En la sesión parlamentaria del miércoles, hubo un acalorado debate entre el Gobierno y el PP con la amada imputada como asunto central. Y destacó, por encima de todo lo que se dijo, el momento en que, tras una intervención de Feijóo, Yolanda Díaz, la vicepresidenta del Gobierno y líder de Un Sumar que no deja de restar, lanzó un sonoro “a la mierda”. Mientras lo lanzaba, a quien miraba era a su amo Pedro Sánchez. Probablemente en su subconsciente Yoli chupi guay deseaba mandar a la mierda a los dos, al puto amo y a Feijóo.
El Gobierno de Sánchez no va a cesar
Ya veremos si la amada imputada termina siendo juzgada y condenada o no. Respecto a los que dicen que una denuncia no puede basarse en artículos de prensa, acreditan soberana ignorancia. Muchos de los grandes y graves casos juzgados en España han sido consecuencia de iniciales investigaciones periodísticas. Por ejemplo, los GAL, y se de lo que escribo. El juez Peinado ya señaló que, entre los artículos aportados por Manos Limpias, esos fascistas, había algunas informaciones inciertas y otras que eran conjeturas. También existía un relato de hechos con indicios objetivos de un posible delito de tráfico de influencias.
Ya veremos en que termina la instrucción de Peinado. Si le dejan terminarla, porque el acoso que está sufriendo por esa máquina de enfangar que es el Gobierno de Sánchez no va a cesar. Y por cierto, cuantos de los que no dejan de recordar que Manos Limpias es “un pseudo sindicato fascista” no abrieron la boca cuando esos fascistas iniciaron la causa por la que fue juzgado Iñaki Urdangarin, en la que tuvo que declarar su esposa, la infanta Cristina, el famoso día de la reiteración de los “no recuerdo”.
Entonces ninguno hablaba del “pseudo sindicato fascista”. Cierro con la frase de Yoli chupi guay, también conocida como “la fashionaria”. Quizá el día que Pedro Sánchez se vaya, que llegará, ese “a la mierda” salga de boca de millones de ciudadanos hartos de Sánchez.