Más de 50.000 personas han firmado para pedir que se retrase la edad a la que se entrega un dispositivo móvil a un menor. Las firmas se han recogido a través de dos iniciativas particulares mediante la plataforma change.org. Han sido puestas en marcha por dos profesoras de Secundaria y madres de familia. En una de ellas, lanzada por Natàlia Jiménez, profesora de Biología de un instituto de Barcelona, se pide prohibir por ley los móviles a menores de 16 años. La docente explica que el uso dispositivos electrónicos está generando adicción entre los adolescentes. Además esto “repercute en su concentración y atención de forma significativa”. Asegura, además, que “el uso excesivo del móvil puede tener consecuencias perjudiciales para la salud física y mental de los niños”.
En la otra iniciativa de change.org, de Ángela Sánchez-Pérez, se pide que la prohibición del uso de móviles se produzca para menores de 14 años. Angela Sánchez ejerce como docente en Toledo. El objetivo de estas recogidas de firmas es poder presentarlas en el Congreso de los Diputados para poder iniciar los trámites de una Ley que limite el uso de dispositivos móviles y prohíba los mismos a menores. Se busca “ayudar a prevenir problemas relacionados con la salud mental y física en nuestros jóvenes”. Además de “permitirles disfrutar plenamente de su infancia y adolescencia sin las presiones asociadas con estos dispositivos”.
¿Prohibición del uso de móviles a menores o educación en un uso responsable?
Una petición que de momento no parece que vaya a tener efectos de cambio en nuestra normativa. En declaraciones tras una entrevista en la cadena SER, la ministra de Educación y Deportes Pilar Alegría explicó que desde el Gobierno se apuesta por la educación frente a la prohibición del uso de los móviles a los niños y adolescentes. La ministra explicó que prohibir sería como “poner puertas al campo”. Unas afirmaciones que han levantado la voz de alarma en asociaciones de padres y organizaciones. Asociaciones que abogan, como las profesoras de Secundarias, por establecer normas y limitar el uso de dispositivos móviles en niños y adolescentes.
De hecho, de forma paralela, desde la Fiscalía de Menores y la Agencia Española de Protección de Datos se ha consensuado con más de 130 entidades, la redacción y elaboración de un documento que alberga 15 medidas concretas que tienen por objetivo la protección “de la infancia y la adolescencia en el mundo digital”. El uso de los dispositivos móviles no es el único problema con el que tienen que lidiar nuestros pequeños y en general las familias. El acceso a contenidos no adecuados en Internet puede ser otro gran escollo al que desde varias entidades y organizaciones se pide poner medidas.
Con este documento se pretende, además, lograr un gran acuerdo social, un pacto de Estado que establezca mecanismos de verificación de edad que impida el acceso a contenidos pornográficos en la red a los menores o que, yendo más allá, las empresas tecnológicas lleguen a responsabilizarse de los daños causados a los pequeños. En el documento que recoge esas 15 medidas concretas se habla claramente de que el uso de dispositivos móviles en los menores está provocando un “problema de salud pública”.
Efectos nocivos del uso de smartphone
Expertos coinciden en que el uso excesivo del móvil en menores merma notablemente su capacidad intelectual. También su lenguaje, motricidad, afectividad y las habilidades sociales que tendrán en el futuro. Según el informe «El uso de las tecnologías por menores en España» publicado en 2022 por El Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), prácticamente la totalidad de los niños españoles de entre 10 y 15 años (98%) accede a Internet. A los 13 años, el 90% ya tiene su propio móvil. Tanto la Asociación de Pediatría Canadiense como la Academia americana de pediatría coinciden en que es necesario seguir algunas recomendaciones en torno al uso de los dispositivos móviles para los más pequeños. Lo cual demuestra que este comportamiento es un problema global, que suele ocurrir con relativa frecuencia en la parte desarrollada del mundo.
Entre las recomendaciones que lanzan se encuentran las de “limitar el tiempo de medios digitales para los niños menores de 5 años, prohibir el uso de dispositivos móviles a niños menores de 2 años. También establecer límites de una hora al día para niños de entre 2 y 5 años. O no permitir el uso de dispositivos móviles una hora antes de que los niños se vayan a la cama”. Se reconoce que la exposición a la luz azul de las pantallas a última hora de la tarde tendría un efecto supresor de la segregación natural de la melatonina, hormona que interviene en el sueño. Así que el uso de móviles puede provocar insomnio. Además en los niños y adolescentes puede tener efectos nocivos para su desarrollo.
Se trata de un problema global que necesita una solución global. De momento, la tenemos dentro de casa. Es necesario poner medidas, soluciones o por lo menos, dar un toque de atención a los responsables que tienen competencias para no cerrar puertas al campo pero también para tratar de solventar lo que a futuro podría tener graves consecuencias en el desarrollo de nuestros menores.