Islandia ha registrado en los últimos días cientos de temblores que hacen presagiar a los expertos que se aproxima el estallido de una erupción volcánica. La mayor parte de ellos se ha producido en la península de Reykjanes, la región más poblada de Islandia. Algunos también han tenido lugar cerca de la Laguna Azul. Uno de los principales atractivos turísticos de la isla, que permanece cerrada desde hace una semana al registrar más de 1.400 movimientos sísmicos cada día. De hecho, la deformación del terreno ya se puede observar desde el espacio. Se espera que en los próximos días se produzca la erupción.
El país se encuentra en estado de emergencia. Más de 3.000 residentes se han visto obligados a ser evacuados en la ciudad costera de Grindavík, que según algunas fuentes, podría acabar “ahogado en lava”. En los alrededores de esta zona lleva produciéndose pequeños terremotos desde hace semanas, lo que los expertos conocen como «enjambres«. Sin embargo el epicentro de los terremotos ha ido variando, con lo que no pueden asegurar dónde se producirá el estallido, si en la superficie terrestres o bajo el mar, lo que por otra parte podría tener consecuencias devastadoras.
Según la Agencia de Protección Civil del país la isla se enfrenta a un periodo de alta actividad sísmica debido a que un corredor de magma de aproximadamente unos 15 kilómetros de largo se extiende desde el noroeste de esta ciudad costera hasta llegar al océano Atlántico. Islandia, una de las zonas volcánicas más activas del planeta. Es, además, uno de los países mejor preparados del mundo para soportar actividad sísmica. Sus construcciones e infraestructuras saben bien cuáles son las consecuencias de los embates de la tierra.
Islandia no ha dejado de temblar
En Islandia, desde el pasado mes de octubre sus tierras no han dejado de temblar cada día. Según la Organización Marítima Internacional (OMI), todo apunta a que la alta actividad sísmica de Islandia en las últimas semanas tenga que ver con el volcán Fagradalsfjall, cuya actividad lleva acelerándose desde hace dos años y cuya última erupción tuvo lugar este verano pasado.
Sin embargo, pese a la alta actividad sísmica, las autoridades de momento no han lanzado ninguna advertencia que prohíba o recomiende viajar al país. Desde la Embajada de España se recomienda, tanto a los turistas como a los españoles que se encuentran residiendo en Islandia, no acercarse a las zonas de posible actividad volcánica y se pide no dirigirse a ellas. Desde el Ministerio de Exteriores se pide, además, que se “extreme la precaución y se sigan estrictamente las indicaciones de las autoridades locales”.
La erupción volcánica es cada día más probable. Y la alerta para la aviación se encuentra en nivel naranja. Esto podría suponer un grave peligro ya que las cenizas liberadas a la atmósfera podrían hacer que los motores de los aviones fallasen. De momento no se han producido cancelaciones o retrasos significativos en el país. E incluso el aeropuerto internacional de Keflavik continúa abierto.