Arriesga Antonio Burgos que el chiringuito, nombre de origen cubano, se lo puso César González Ruano al bar de playa de Sitges donde, a modo de Café Teide en el invierno, escribía él cada día su artículo para La Vanguardioa. Y que de Sitges, el nombre ruanesco saltó a todas las costas españolas para designar a los bares y restaurantes de playa, a pie mismo de la arena. Pero desde hace tiempo llamamos chiringuito a esas oficinas, en general carentes de la más mínima utilidad, que los partidos políticos montan y financian con dinero del erario para colocar a sus viejas glorias.
A los que no han podido colocar en otro puesto bien pagado de la Administración. A los que han currado para el partido y manejan las campañas electorales pero, como no tienen oficio ni beneficio y viven del carné del partido, en algún lugar hay que colocarles para que se ganen un parné y así agradecerles los servicios prestados. En la zona chiringuitos hay mil organismos que si te los cargas todos no pasa nada. Generalmente son observatorios, centros de estudio, agencias autonómicas y cosas por el estilo, siempre con nombres rimbombantes.
Chiringuito: Ayuso y Cantó
Ahora se ha puesto en el escaparate el chiringuito que Isabel Díaz Ayuso le ha montado a Toni Cantó. La Oficina del Español en Madrid, que pese al esfuerzo de Ayuso y Cantó en defenderlo, no se sostiene. Es verdad que a Ayuso le han puesto la lupa de gran aumento desde hace mucho sobre su gestión, que así en general es buena. Pero esa lupa no es la misma que le instalan al resto de los gobiernos autonómicos. Y por ello es más incomprensible lo de esa Oficina del Español. No entiendo como no han sido más prudentes.
Sucede que la dirección nacional del PP quería a Cantó en las listas de Ayuso en Madrid pero ella no cedió. Y al final, las presiones de sus mayores para que le diera algo a Cantó le han llevado a equivocarse. Debe andar con cuidado Ayuso porque su mayoría que no es mayoría, está conformada con muchos votos de gente que no es del PP. Madrileños de izquierda y derecha que la vieron como una esperanza de algo nuevo, hartos ya de tanta mangancia y despilfarro.
Cuando Ayuso y Cantó han explicado en tono exculpatorio el por qué de esa Oficina. Ayuso diciendo que llevaba años pensando en montarla y Cantó alegando que la Oficina era él, y sólo él, la cosa ha quedado clara. Si es solo Cantó, sin presupuesto ni equipo, no podrá hacer nada. Yo me pregunto: ¿qué tiene que ver el Gobierno de la Comunidad de Madrid con la defensa del español? ¿Quien ataca al español en la Comunidad de Madrid?
¿A qué se va a dedicar mi amigo Toni Cantó, al que le tenía ley, a diseñar un plan de inmersión lingüística en el español de los niños madrileños? Cantó, que ha pasado en poco tiempo por todos los partidos, ha caído en un chiringuito, se pongan como se pongan él y Ayuso. Toni no creo que le cayera mal a los votantes del PP pero lo suyo ha cabreado a muchos porque esperaban de Ayuso otra gestión, otra política, no más de lo mismo.
Toni Cantó es un buen tipo, un buen actor, pero no es, que yo sepa, ninguna autoridad en nuestra lengua, ni es filólogo, ni ha pasado por la RAE. El Centro del Español ya existe, y se llama Instituto Cervantes, y es nacional. Y Sánchez también lo ha utilizado para colocar a los suyos pero tiene una función real clara y útil, aunque haya colocado al frente a un poeta mas conocido por su militancia ideológica en la ceja y su posición de abajo firmante de guardia en el Círculo de Bellas Artes que por su obra.
En Madrid, Toni, señora Ayuso, no se necesita ningún Centro del Español. Ese centro en todo caso, habría que abrirlo en Valencia, en Cataluña, en Baleares o en el País Vasco, donde el español tiene enemigos de fuste, donde la lengua oficial de España es perseguida.
Vamos, que lo del chiringuito de Cantó no tiene un pase, ni en español ni en chino mandarín. Soberana cagada de Ayuso creando el chiringuito y de Cantó aceptándolo. Lo de menos es si su sueldo es de 75.000 euracos al año. Hay chiringuitos de más soldada sustentados por todos, en los que Sánchez coloca a su peña. Lo de más es que algunos pensábamos que Ayuso no era como todos. A ver dentro de un año si Cantó y Ayuso hacen balance de actividades y de éxitos. Puede ser un día histórico ese.
Y además…
Pedro Sánchez ha dejado claro que habrá referéndum en Cataluña. No sabemos cuando ni cómo pero lo habrá. Compareció en el Congreso para explicar lo de los indultos a toro pasado. Y dijo categóricamente, con esa cara y ese tono que emplea cuando va a mentir solemnemente, para decir “jamás habrá referéndum en Cataluña”. Y claro, se lió la mundial. Por la derecha le recordaron sus afirmaciones de campaña diciendo que jamás habría indultos. Por su izquierda, zona socios de Gobierno, le recordaron que le tienen pillado por la entrepierna. O sea, que habrá referéndum. Sánchez ha callado al Tribunal Supremo, contrario a conceder los indultos. Veremos si la Sala Tercera se pronuncia finalmente sobre ellos.
Ahora está en conseguir que el Tribunal de Cuentas no consume la lógica, necesaria y encomiable labor de recuperar el dinero malversado por los capos del “prusés” durante los preparativos de la fiesta. Jamás habíamos visto a un presidente del Gobierno deslegitimando a los miembros del órgano fiscalizador por sus antecedentes políticos. El propio Tribunal de Cuentas ha dado cuenta del dislate. El siguiente paso es hacer reformas para que el Constitucional no pueda mandar a corrales las modificaciones estatutarias que va a pactar en la mesa de diálogo.
Y su objetivo lo conseguirá cuando se celebre un referéndum antes de que el Constitucional pueda pronunciarse sobre su contenido. Esa es la jugada de la concordia. Y si después el TC dicta sentencia adversa Sánchez ya habrá renovado mandato o le habrán pirado en las urnas y el marrón, de órdago, que se lo coma el siguiente.
Y lo de Moreno, el ventrílocuo, pianista y productor con tribu de muñecos, exótico y polémico, al que la UDEF le ha pillado en cosas muy feas. Un apolo checo que ejercía de escolta y de actor en algunas de sus cosas, lleva años largando a la poli, desde que los albanokosovares le partieron la crisma en su chalet. Ha quedado retratado como salió en Torrente 2, donde Torrente le puso de capo mafioso cutre y casposillo pero sin mascotas. El juez le ha dejado en libertad pero le ha enchufado una fianza de 3 millones. Y por las teles no deja de circular personal del oficio poniéndole a parir y alegando que han tardado en hacerlo porque le tenían miedo. Moreno ha pasado de la tele de destape con lentejuelas a las esposas de reo de película pero de verdad. ¡Toma Moreno!