La inmunidad de rebaño se consigue cuando un determinado número de individuos están protegidos frente a una determinada infección. Además, se trata de una expresión que hemos oído constantemente a lo largo de este 2020. Y sobre todo, uno de los principales objetivos colectivos para erradicar el coronavirus en el mundo, es decir, conseguir un rebaño inmunizado, o lo que es lo mismo, a colectivos inmunes facilitará que ante un solo contagio no se vea afectado el grueso de la población. De nuevo, de manera constante y repetidamente. Para que este cuento de nunca acabar vuelva a empezar… y por fin, acabe.
Y aquí toman protagonismo: inmunidad, colectivo, vacunación y pandemia, es decir, cuatro palabras que hemos tomado de manera común y que incluso nos permitimos el lujo de utilizarlas en algunas de nuestras conversaciones con otros, al “estilo cuñado”. Creyendo que si decimos inmunidad de rebaño sabemos más que nuestro interlocutor porque entendemos de pandemias y entendemos de rebaños aunque no hayamos pisado el campo en décadas, y mucho menos, hayamos visto ovejas de cerca.
Pero el problema de todo este asunto es que este 2020 nos ha convertido a todos en “expertos”. Nos situamos cada día al otro lado de la trinchera, como cuando jugaba la Selección en cualquier Mundial y nos sentíamos seleccionadores durante los 90 minutos que duraba el partido, solo que ahora, todos somos o queremos ser directores de alertas sanitarias. Al otro lado de la pantalla, nos permitimos el lujo de hablar de inmunidad de rebaño. De negar o de afirmar incluso… que algo más grande de lo que jamás podemos llegar a entender, ha entrado de lleno en nuestro día a día y nos ha convertido en un verdadero rebaño.
La información y la inmunidad de rebaño
Y es que conforme van pasando los meses, nuestro entender sobre pandemias, virus y contagios ha ido en aumento. Como en aumento también han ido las búsquedas sobre todo ello en internet.
Google Trends, la herramienta de Google que se encarga de mostrar cuáles son las tendencias de búsqueda, lleva mostrando desde el mes de marzo, qué se busca sobre salud, sobre coronavirus y sobre inmunidad. Y una vez más, se demuestra que la información es poder y quien cree tenerla entre sus manos, se siente más poderoso que el de enfrente.
Pero la ecuación es simple. También una vez más se demuestra que si las tendencias van para el mismo lado, todo el mundo busca lo mismo y todos alcanzan a encontrar también lo mismo. Con lo cual, si A es B y B es C, la conclusión es que todo el mundo es un rebaño. La inmunidad a ese ansia por saber y por obtener información, se consigue con resultados de búsqueda en Internet.
Y al contrario de lo que ocurre con las pandemias y las infecciones, para este ansia por querer cada vez más información parece no haber cura. Aún no se ha encontrado o ni siquiera se ha buscado, porque para ello no interesa vacunar. ¿Cómo se vacuna esto? ¿leyendo, estudiando o abandonando las tendencias? Quizá sea la mayor pandemia del siglo XXI. Aunque aún no se haya declarado peligrosa y desde las altas instituciones no consideren que hay que hallar solución. Tener un rebaño sobreinformado no preocupa a nadie. No es necesario buscar vacuna, porque precisamente es eso lo que se desea buscar. Infoxicados enfermos por infoxicación. Un rebaño que no sepa, que no absorba y que lea en diagonal, pero que opine, y que opine mucho. Que sea inmune a lo que de verdad importa.
