Empleas un tiempo infinito
en inventar la manera
de no caer por el precipicio
sin ser consciente de que no existe
ningún precipicio.
Te emperras en aceptar las cosas como son,
cuando no son más que lo que tú crees crear
en tu interior de cristal templado por el fuego
de la pasión de amar sin límites ni condición.
Te obsesionas con tener más y más cosas
que ocupan tu mente inquieta
sin darte cuenta de que tu esencia no depende
de monedas, ni de encajes, ni de franelas,
tu esencia solo es puro arte, inimaginable y hermoso.
Arremetes contra el foso del tiempo
anhelando pureza de piel sin saber que
la arruga labra surcos de sabiduría en tu alma
y la sonrisa abona la semilla labrada
a lluvia y sol sobre el terreno fértil de tu vida.
Te engañas con verdades a medias,
mentiras completas que inundan de mierda
el mar en calma embravecido del que formas parte,
sin ser juez y parte del juicio inicial sin final aparente.
Te dejas engullir por la gula de la fantasía utópica
de una existencia fútil y agradable dentro
de una caja llena de moscas cojoneras
abierta a un vacío existencial y mortal
de necesidad, sin necesidad de morir en el intento.
Te ocultas dentro de un “yo” etéreo, virtual,
que esclaviza el “tú” que olvidaste,
mezclado con el “nosotros” que obviaste
y el “ellos” que supiste que no eran,
a pesar de que eran dogma de fe.
Te tomas una taza de café sin cafeína,
te colocas con cápsulas de codeína sin morfina,
te crees los cuentos de heroínas inyectadas
de sueros sin vida que prometen vidas eternas
sin piernas que sustenten tu gracia.
Te arrastras sobre la lava del volcán
de tus recuerdos inciertos
falseados por el sonido de las maracas
de un Machín manipulado por tribuladores
despiadados y adormecedores
que cuentan con tu beneplácito iluso y tonto.
Te vuelves loco en una marabunta de ideas
que distan mucho de ser tuyas y que dirigen
cual decrépito director de orquesta,
la marcha nupcial de unos intereses creados
por clérigos serviles al Eje del Bien,
bien hacia el lado opuesto, bien hacia el mismo lado.
Confundido y frustrado
caminas descalzo e inconsciente hacia no se sabe dónde,
con no se sabe qué objetivos y no se sabe qué matices,
el caso es que llegaste al límite del cuento de las mil caras
y ahora toca decidir romper una, destrozarla,
y cortarte con sus trozos en punta hasta desangrarte
para así volver a vivir y ser feliz.

More from Óscar Gavilán
Gestionar el consentimiento de las cookies
Este sitio web utiliza cookies propias y/o de terceros para mejorar nuestros servicios, elaborar información estadística, mostrate publicidad y optimizar su navegación. Puede consultar mas información en nuestra política de cookies.
Cookies funcionales Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.
El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
A %d blogueros les gusta esto: